Grupo G: Bélgica está para grandes cosas

Aunque parezca atrevido, es bueno decirlo: en este grupo hay un equipo con pinta de campeón y se llama Bélgica.

El cuadro belga tuvo unas eliminatorias impecables donde jugo diez partidos, ganó nueve y empató uno, es decir invicto. En estos duelos marcó la escalofriante cifra de 43 goles y solo recibió seis, para una diferencia de +37, casi nada. Una media de casi 5 goles por partido y la cosecha se mantiene aún en partidos de preparación. Su más reciente víctima fue Costa Rica que, para variar, se fue con 4 en contra.

Bélgica es un equipo muy fuerte línea por línea. Una defensa recia, fuerte, decidida y veloz. De la mitad de la cancha en adelante tiene muchas variantes y una capacidad de definición comprobada apoyados en su velocidad y dinámica. Por eso los belgas son, después de los grandes favoritos, una de las escuadras con mejore argumentos para acabar con los sueños de cualquiera y porque no dar una vuelta olímpica. Ya está dicho.

La mala suerte es para el debutante Panamá, el equipo más “viejo” en promedio. Los dirigidos por Hernán Gómez solo le apunta a un golpe de buena suerte, una participación decorosa y nada más.

Túnez, que no llegaba desde 2006, se hace presente en medio de un mar de dudas. La verdad no es un equipo que inquiete, pero como siempre sucede, todos están motivados para ser unos buenos animadores. Avanzar a la siguiente fase es la gran meta.

Otro de los eternos animadores, de esos equipos que por la grandeza de su liga muchos esperan protagonismo en la copa mundial, es Inglaterra. Esta vez el cuadro británico llega con una plantilla joven, con jugadores de buen nivel, pero con un paréntesis de espera. Es decir, la opinión local está dividida si de verdad su equipo es tan fuerte como para aspirar a una semifinal.