Portugal, actual monarca de Europa, junto a España, equipo protagonista en cualquier serie, aparecen como los oncenos con primera opción para avanzar en esta zona. Muchos expertos consideran que ninguno de los dos debería tener problemas con los otros rivales que son Marruecos e Irán. Qué equipo será primero puede ser la pregunta por responder, pero por lo visto en el último año, apostarle a los ibéricos no resulta atrevido. De hecho, para muchos, es un candidato ideal para alzarse con el trofeo. Aunque no tienen a Ronaldo en sus filas, hombre por hombre el colectivo de Julen Lopetegui se antoja más compacto y de mejor rendimiento. Sin embargo, para ser claros, los portugueses tienen lo suyo y no precisamente es el estelar jugador del Real Madrid. Colectivamente juegan bien y son muy dinámicos en su propuesta, poseen un menú variado en ataque y son letales de media distancia.
Clasificaron al Mundial sin mayores problemas y liquidaron sus partidos con holgados resultados.
España, por su parte, no sólo es favorito, como bien se acotaba, sino que posee una plantilla exquisita que juegan bien a la pelota. Quieren revalidar lo hecho en Sudáfrica 2010, pero otra cosa es que lo pueda lograr. Lo que si no se puede ocultar es que goza de un favoritismo en el arranque.
Marruecos e Irán son más un par de incógnitas que realidades claras. De cualquier manera no deben ser menospreciados porque tienen lo suficiente para amargarle el rato a cualquier combinado, por eso las dos potencias quedan advertidas. Dicen que, de estas dos cenicientas, los marroquíes deberían ser seguidos con detenimiento y pudieran tener entre su arsenal herramientas que le aporten a una sorpresa. El tiempo lo dirá, pese a que no llegaba a una cita orbital desde el Mundial de Francia 98. Su clasificación no fue ni mucho menos holgada, pues la lograron gracias a que derrotaron a Costa de Marfil en el último encuentro, de manera agónica y apretando los dientes. Algunos de los principales elementos militan en la liga española y de allí la posibilidad de enfrentar un Mundial con aspiraciones de superar la fase de grupos pese a que sus equipos de liga no son los más fuertes.
Los iraníes, de otro lado, fueron guiados por el portugués Carlos Queiroz y se clasificaron de manera directa siendo, de paso, el tercer equipo en lograr su cupo en el Mundial. Serdar Azmoun es su mayor referente y tal vez uno de los jugadores más vistosos. Sin embargo, el seleccionado pesa más por su sacrificio y resistencia física que por la fluidez de ideas o variantes ofensivas. Pretenden, de alguna manera, ser dignos rivales sin nada que perder más allá de sus aspiraciones y, pese a que esta es su quinta participación en este tipo de pruebas, se antoja como un simple animador y no una preocupación mayor par los españoles o portugueses.
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