En esta zona Francia y Dinamarca se erigen como los de mayor opción. Sin embargo, la presencia de los peruanos inquieta a todos. El equipo de Ricardo Gareca llega con una ilusión mayúscula después de haber conseguido una clasificación agónica y sufrida. Fue un equipo que creció con el desarrollo de las Eliminatorias suramericanas y se instaló entre los clasificados cuando muchos lo creían poco probable. Además, en los partidos de preparación, se ha mostrado intratable. Juegan bien y hay quienes los ven instalados en fase de Cuartos de final. Llegaron como quintos de la Conmebol, pero están al nivel de cualquiera de los cuatro clasificados directos y mucho más motivados después de conocerse que su capitán, goleador y mayor referente, Paolo Guerrero, si podrá ser parte de la partida después de que un tribunal suizo levantara temporalmente la sanción de 14 meses que se le impuso después de arrojar positivo en un análisis de sangre.
Los franceses no sólo son la cabeza del grupo sino los de mejor plantilla. Recientemente salieron campeones virtuales de la prueba de acuerdo con el juego oficial de la FIFA y están en la lista de predilectos para instalarse en la final. Posee una nómina exquisita con jugadores de primer nivel. Sino se ahogan en el ego, porque por momentos deliran, serán protagonistas sin lugar a duda. Tienen un trato de balón sutil, son rápidos y contundentes en el último cuarto de cancha. Sin embargo, atrás existen algunas fisuras que el técnico Didier Deschamps intenta sanar, con énfasis en el juego aéreo donde no son tan sólidos.
Dinamarca, que precisamente es el conjunto de mayor estatura con una media de 1,85 y tienen en el juego por arriba su mayor preferencia, se presenta con un combinado joven y dinámico. Su juego frontal y alta cuota de sacrificio les brindan posibilidades de avanzar. Sobre el papel tienen muchas opciones de conseguirlo a pesar de no estar plagado de estrellas rutilantes. Es un onceno que se defiende bien. De hecho, fue el cuadro europeo que menos goles recibió en la ronda clasificatoria, apoyado en una salida vertiginosa siendo letales para definir. Pese a clasificar de repechaje, después de derrotar a Irlanda, los daneses tienen en su historia una demostración clara de lo que puede suceder en una prueba corta e intensa como lo es el Mundial. En 1992 salieron campeones de la Eurocopa después de haber quedado eliminados en la ronda de clasificación. Al final asistieron porque Yugoslavia no se hizo presente debido a la guerra en los Balcanes. Llegaron por arrastre y se fueron como monarcas, una historia que prueba que en el fútbol cualquier cosa puede suceder.
Australia, de otro lado, es un conjunto sencillo, sin grandes figuras, de juego recio, una alta condición física, pero limitados. Muy pocos le ven opciones de ser protagonista. Su mayor virtud está en la zona media donde enredan y complican, son fuertes y aguerridos, siempre apelando al juego aéreo como fórmula de salvación. Los centrales ofrecen ventajas, en especial cuando les mueven el balón a ras de piso.
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