Por diferencia
de gol (-1), sobre Filadelfia Union (-8), Orlando SC se mantiene en la zona de clasificación
a los juegos de postemporada, después de empatar a un gol con San José
Hearthquakes, al cierre de la fecha 13 de la Major League Soccer. Los goles del
compromiso fueron Marcados por el internacional Brasileño Kaká (64’), y el
goleador nativo Chris Wondolowsky (68’), ambos de tiro libre penal.
El compromiso,
como tal, se puede definir como muy flojo para la retina del espectador toda
vez que hubo muy pocas opciones de riesgo en ambas porterías. Sin embargo, tácticamente,
se jugó un partido cerrado en marca, friccionado y con un gran despliegue físico
de ambas escuadras.
Orlando SC, que
suma 4 de los últimos 6 puntos disputados, demostró una vez más que sigue
siendo un rival fuerte en calidad de visitante. No es un equipo que se amilana,
que espera al rival atrás buscando una acción fortuita para atacar, todo lo
contrario. Su lema es mantener la pelota, administrarla con criterio y visitar
de manera frecuente la portería adversaria.
Pese a todo, en
esta ocasión, la presión ejercida por San José sobre Kaká, le quitó al conjunto
violeta la posibilidad de carburar con claridad, especialmente porque Brek Shea
todavía no se ve cómodo en la zona de volantes, su perfil netamente zurdo le
merma radio de acción para patrullar acertadamente la mitad de la cancha. Se
puede decir, inclusive, que jugadores como Fatai Alashe, Adam Jhan, Jordan
Stewart o el mismo Sanna Nyassi, fueron claves por romper las iniciativas del
visitante, que el aporte de los creadores o atacantes californianos.
Orlando CS, por
su parte, tuvo en su defensa y zona de recuperación la llave que le permitió sumar
en su visita. Ramos y Bolden, por las bandas, no tuvieron tanta salida como en
otros encuentros, pero se adelantaron para poyar a Darwin Cerén, Avila e
Higuita en la recuperación. Es esta línea la que mejores dividendos ha aportado
por su constante movilidad y compromiso. Higuita, un poco exagerado en marca,
lideró la presión acompañado de Cerén que sigue confirmando su titularidad como
uno de los volantes más completos. Avila, de otro lado, no tuvo tanto brillo
pero aportó lo suyo.
Pese a la expulsión
de Shea por juego violento (decisión del central que es muy discutible), al
minuto 51, Orlando nunca se vio descompensado o reducido. Solo los últimos 15
minutos fueron para San José más por la actitud pasiva que asume el visitante
que por la capacidad del local.
Los dos penales,
que terminaron en gol, fueron bien marcados. En ambas ocasiones la aplicación del
reglamento se da por cargas desmedidas que por ser faltas contundentes. Es
decir, en la primera instancia, a favor de Orlando, el meta David Bingham sale
a despejar un balón con el puno, y en su intento impacta a Cyle Larin que
entraba en la acción. De haber sido un golpe intencional, la tarjeta roja se
hubiera tenido que hacer presente.
En la otra
maniobra, donde San José encuentra el empate, Cerén carga a Stewart
exageradamente y lo derriba en una zona neurálgica para este tipo de maniobras.
Tampoco vio la amarilla porque la acción no fue provocada con la intención de
impactar al oponente.
En términos generales,
una vez más, el partido fue flojo pero la cosecha importante para Orlando que
sigue, poco a poco, creciendo y superando las adversidades propias de los
equipos en expansión y se mantiene en la zona de clasificación que es, en últimas,
la meta que persigue el grupo. De allí en adelante cualquier cosa puede pasar,
por eso no se puede perder el horizonte.
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