lunes, 9 de marzo de 2015

Orlando City ilusiona pese al empate en su debut

 Por: Jairo A. Castrillon

Con casa llena (62,510 personas), un aliento constante, una tarde sumamente agradable y buen fútbol, los Leones de Orlando City empataron a un gol en su presentación oficial ante New York FC durante la primera fecha de la temporada 2015 de la MLS que se saldó con un balance de 16 goles en 10 partidos, para una media de 1,6 por encuentro.

El gol de Kaká, en el tiempo de reposición, ya cuando expiraba el encuentro, evitó una salida en falso cuando todo apuntaba a una tarde perfecta. Solo la victoria faltó para haber redondeado la manifestación total de cariño y apoyo que recibió la segunda franquicia profesional de la ciudad después de los Magic.

Entre aplausos, cánticos y nervios, el partido despegó con buen ritmo. Los dueños de casa se apropiaron del balón desde el arranque, intentando no solo generar un fútbol vistoso sino imponer condiciones.

En la medida que fueron transcurriendo los minutos, empezaron a emerger algunos jugadores importantes por su compromiso y liderazgo, aparte de Kaká quien sigue siendo el eje del conjunto violeta.

Hombres como el defensor central Aurelin Collin (expulsado en la complementaria por juego peligroso) y Brek Shea, lateral por derecha, fueron determinante en la zona de contención. Collin no solo se aseguró de anular al español David Villa, sino que impuso condiciones para contagiar a sus compañeros de labor.

En la zona de recuperación la pareja conformada por el africano Amobi Okugo y el colombiano Cristian Higuita rindió al máximo nivel. Fueron ellos los encargados de cortar los circuitos a un rival que por momentos se vio deslucido ante la falta de ideas.

De la misma manera se destaca el esfuerzo hecho por el trinitario Kevin Molino. El volante, de vocación ofensiva, no solo fue el socio perfecto de Kaká, sino que su aporte sirvió para abrir espacios en la zona rival al convertirse en referente de marca por su constante movilidad.

El brasileño, por su parte, fue siempre punzante en sus salidas, se asocio bien y trato de ser una autopista para descongestionar la zona media cuando el equipo se desdoblaba en ofensiva.
Jugadores como el portugués Ramos (lateral derecho), Lewis Neal (volante ofensivo), Seb Haines (central por izquierda) y Carlos Riva (delantero), cumplieron su labor pero no alcanzaron la dimensión del resto de jugadores.

El rival, por su parte, mostro solidez en todas sus líneas, con un arquero de muy buena talla y reacción como Josh Sounders. Fue este quien evito la victoria del local, con un par de intervenciones de gran factura.

En el sector medio el noruego Mix Diskerud fue el motor del equipo. Su movilidad y claridad para jugar sirvió para que New York fuera creciendo en el partido, especialmente en la fracción complementaria donde el duelo se equilibro. Junto a él, Villa y el eslovaco Nemec, intentaron imponer condiciones a través de la asociación, aunque en términos generales siempre buscaron salir en bloque sin romper la figura táctica impuesta desde el arranque.

El gol de Mix se produce en el minuto 76 cuando la pelota salió de un pase de Villa por el costado izquierdo. Mix empalmó un remate con la parte interna del botín que superó, por la curva desarrollada, al meta Donovan Ricketts quien no pudo hacer nada para que el balón se filtrara por el palo de la mano izquierda. Fue un gol de gran factura.

En los últimos quince minutos y después de estar con un hombre menos ante la expulsión de Collin, la afición empezó a hacer su parte desde las tribunas apoyando al equipo sin desfallecer. El repliegue en marca del rival hacia las cosas complicadas y solo una acción con balón detenido, al minuto 91, facilitó que la tarde no se arruinara por completo. El remate de Kaká, tras un tiro libre de frente a unos 20 metros, no fue el mejor cobrado por el internacional brasileño, pero el desvío involuntario de Jeb Brovsky en la barrera, sirvió para desubicar a Saunders quien se había jugado al palo izquierdo y quedo sin reacción. El grito de gol estallo en las graderías del Citrus Bowl y la gente se abrazaba entre sí mientras el “rey” de los leones lo celebraba a todo pulmón. Fue el punto final a una tarde histórica para la ciudad y la confirmación de que existe un equipo dispuesto a luchar cada centímetro de la cancha en procura de la victoria, sin abdicar hasta el pitazo final.

El juez central, Allan Kelly, estuvo acertado en la dirección del compromiso. No se dejó impresionar por la presión del público y mostro seis tarjetas amarillas y una roja. De las amarillas tres fueron para el local por intentar simular faltas con caídas aparatosas (Shea, Molino e Higuita), mientras que los visitantes fueron amonestados por entradas desleales (Balluchi, Hernandez y Brovsky). Collin fue el único expulsado por juego violento y sin derecho a protestar pues se pasó en revoluciones.


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