miércoles, 11 de marzo de 2015

Aurelien Collin: !Modelo de sacrificio y pundonor!

Los aficionados llegaron al Citrus Bowl con la idea de acompañar al nuevo equipo de la MLS en su debut ante New York. Muchos con un amor encarnado desde hace cuatro años cuando la divisa nació e impuso su ley en los torneos nacionales de segunda división; otros simplemente porque les gusta el deporte y les gustaría seguir a los leones, es decir que mirarán cómo les va para tomar la decisión de respaldarlo desde la tribuna, como tiene que ser, y otro tanto simplemente porque querían estar allí sin importarles nada mas, pura novelería quizás.

Llegaron también buscando al diez que se movía en todos los rincones de las tribunas añadido a la camiseta violeta de miles de aficionados. Querían ver al jugador brasileño de mayor cartel que haya estado en la liga, al campeón del mundo, el mejor de 2007 y allí lo encontraron, acompañado de un grupo de desconocidos que pocos adivinaban sus nombres y su recorrido. Sin embargo, cuando el encuentro arrancó y todos empezaron a aportar su cuota, los números cobraron vida poco a poco y uno de ellos empezó a reclamar atención del respetable. Era el 78 que perseguía a un espigado defensor, sin pelo, pero con la jerarquía suficiente para alentar a su equipo y despertar los aplausos y el cariño de la afición. Su nombre: Aurelien Collin.

Collin no solo fue el encargado de contener al español David Villa, sino que la seguridad que transmitió desde el fondo contagió a sus compañeros de marca. Este espigado central nació en Francia y desde 2004 incursionó en la actividad profesional. Jugó en la segunda y tercera división del fútbol español donde estuvo con el Gretna (casa juvenil de Mallorca) y luego partió hacia Inglaterra donde intentó buscar un cupo con algunos clubes de la división de honor, sin poder alcanzarlo.

Forma parte de la MLS desde 2011 cuando firmó con Sporting Kansas City, equipo con el cual estuvo en la alineación en 108 partidos (104 de inicialista) y con el que salió campeón en 2013 cuando enfrentaron a Real Salt Lake City. Aquella memorable noche su trabajo fue monumental y contribuyó con el gol del empate que permitió alargar la serie y terminarla a través de los penales.
No es un jugador muy técnico pero su capacidad de sacrificio, su enorme despliegue físico, su reacción y actitud temeraria, mostraron desde el arranque que es una pieza clave en el fondo para el técnico Adrian Heath. No importa que haya sido el primer expulsado en la historia de la franquicia (cuarta expulsión en toda su carrera), lo trascendental es descubrir que el sector posterior del equipo tiene guerreros dispuestos a dejar hasta la última gota de sudor por la violeta.

Otro aspecto en la vida del central, es que desde siempre ha tenido una profunda vocación por el diseño y por eso se capacita en este frente. Sabe y entiende que el fútbol es una carrera con fecha de expiración y por eso hace todo lo posible para desarrollar otros campos que le permitan continuar una vida decorosa y amable cuando su ciclo como profesional haya terminado.

Desde diciembre de 2014 firmó para Orlando City Soccer y espera contribuir con creces al respaldo de los directivos y el cuerpo técnico. Su profesionalismo y capacidad no se cuestionan, por eso se aferra y respeta su palabra como alguna vez lo dijo a algún medio de comunicación cuando su ciclo en el Sporting había terminado y no se vislumbraba un panorama claro inmediato. “Creo en Dios y donde Él me quiera llevar estaré feliz y daré lo mejor de mí”, algo que desde el primer momento los aficionados de Orlando notaron cuando apenas empezaban a descubrir que aparte de Kaká habían otros números que cobraban vida con sacrificio y esfuerzo.

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