(Fotos: Geniale)
Todos los seres humanos tenemos sueños, ilusiones,
deseos. Ganas de realizar proyectos y de seguir la vocación que muchas veces no
logramos revelar pero que está ahí, añadida a nosotros. A estos deseos se une
la capacidad que tengamos para cristalizarlos o la negación absoluta de los
mismos recursos que muchos denominan dones. Dos realidades distintas que van de
la mano a pesar de que la meta anhelada sea la misma. Por eso unos llegan, siempre
y cuando la disciplina y constancia sean los recursos, y otros simplemente
abdican ni siquiera a la mitad del camino.
Por lo anterior quiero resaltar, de manera breve, la
tenacidad y el esfuerzo de un chico muy joven al cual he visto crecer y pelear
por una ilusión, un modelo y ejemplo pese a su corta edad. Un muchacho que ha
renunciado a la cotidianidad de la adolescencia, para aunar esfuerzos y buscar
su cometido. Su nombre es Rubén Darío Morales Estrella quien nació en la ciudad
de Miami hace 17 años y desde siempre a transpirado día a día, desde muy pequeño,
su deseo de ser un jugador de fútbol profesional, con todo el cuidado y la disciplina
que esto requiere, apoyado en unos padres que se han mantenido verticales en su
misión de ser la plataforma para que sus hijos lleguen a donde quieran ir, no importa
la distancia, el tiempo y mucho menos los sacrificios.
El joven “Junior”, como se le conoce, ha jugado en
equipos como CFK, Hunters Creek Club, Real Madrid Miami, FKK y Orlando City.
Equipos que le han servido en menor o mayor grado, para ir formando un estilo
de juego. En todos, eso sí, siempre ha sido goleador, pues posee el olfato de
los depredadores de área pues es letal definiendo.
En este proceso de ir y volver, también estuvo en
Colombia por cortos espacios de tiempo donde adquirió experiencia en equipos
como el Deportivo TIM, las divisiones juveniles
de América de Cali, Santa Fe y la legendaria escuela Carlos Sarmiento Lora.
Siendo un jugador rápido, bien dotado técnicamente,
que se mueve en el área con elegancia, que intuye donde debe estar para recibir
de quien sabe surtir, a pesar de que le falta un poco de garra y sacrificio, la
nueva meta de Rubén Diario está en Alemania donde espera complementar y
corregir sus falencias. Allí partió para ingresar a la “German International
Soccer Academy”, cuya sede está en la ciudad de Schuettorf (Schüttorf)
localizada al sur del país, muy cerca de la frontera con Holanda y la cual
cuenta con una población que ligeramente supera los 12 mil habitantes.
En esta nueva fase el joven delantero
no solo tendrá la oportunidad de mejorar el nivel y ritmo de juego, sino que
buscará mostrar su talento para ser incorporado por alguno de los clubes
profesionales que tienen sus vigías circulando por todo el país. Además tiene
la obligación de continuar con sus estudios y de aprender el idioma como parte
del proceso formativo integral (hombre y deportista).
Junior sabe que este es un escalón
más que le ayudará a madurar y estar listo para cuando la gran oportunidad se
presente. Por eso se fue convencido, como siempre lo ha estado, de que Dios será
su guía y agradece con un amor infinito, la entrega y el esfuerzo de su padre a
quien no solo le prodiga un respeto total, sino que admira por su integridad y
calidad humana, sin olvidar lo que su abnegadamadre hace para empujarlo al
lugar que busca.
Desde esta esquina solo quiero
enviarle mis mejores deseos a un joven que, como lo mencioné, me ha conmovido
por su esfuerzo y dedicación, porque sabe que tiene mucho talento, pero nunca
ha dudado en aceptar que debe cultivar el mismos y aprender sin reparos. El
delantero sabe que hay muchos jóvenes en la misma búsqueda, pero él marca
diferencia por la seriedad y disciplina que se ha impuesto para cruzar la meta.
Por eso no escatima esfuerzos y sacrificios pues entiende que solo quien
persevera alcanza y mucho más cuando se tiene las condiciones para ser lo
siempre ha sido su mayor ilusión: vestir la camiseta de un club profesional.
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