jueves, 19 de junio de 2014

¡ DOMADOS!

La sonrisa es inevitable. Colombia le ganó dos por uno a Costa de Marfil y está casi instalada en la siguiente fase de la Copa del Mundo. La matemática todavía no es concluyente, por eso se debe ser respetuoso en los predios de las probabilidades pero arranca el último encuentro siendo la mejor selección de la zona B y eso cuenta. Sin embargo, haber sumado es clave en las aspiraciones y elimina la presión que hoy acompaña a otros conjuntos.

Empecemos por decir verdades. Quien diga que terminó relajado y feliz miente, pues se concluyó apretando los dientes y mirando el reloj de manera angustiosa. El equipo africano nos arrinconó en el último cuarto de hora y jugando muy cerca de los predios de David Ospina, especialmente desde que Gervinho marcó el descuento a través de un bonito gol por la creación y definición del mismo.

La propuesta de Pekerman desde el comienzo es interesante, pero desconcierta un poco cuando se tienen mejores argumento para administrar el balón, sin embargo todo vale dentro de la táctica de juego y planeación de los partidos. Apretamos en la zona media, nos ajustamos en el sector posterior con un Mario Yepes inmenso, y apelamos a la contraofensiva como recurso de ataque. Teo fue el único arriba que esperaba los pases de James o las incursiones del siempre alegre Juan Guillermo Cuadrado por derecha e Ibarbo o Armero por el rincón opuesto. Es más, pudiéramos decir que la mala tarde de Ibarbo nos tuvo por momento jugando con diez, pues el jugador del Cagliari era poco lo que aportaba.

En esta tónica de esperar y sorprender, el resultado es positivo porque Colombia tuvo las mejores opciones en la fracción inicial. Con un Cuadrado muy cómodo por derecha y James punzante en sus lanzamientos.
En la complementaria se va Ibarbo (era justo) dándole paso a Juan Fernando Quintero. El volante de armado le cambia la cara al partido porque administra con propiedad y distribuye con claridad. En ese momento nos apropiamos del útil, lo tocamos y jugamos en corto con precisión, lo que roba protagonismo a los africanos.

El primer gol llega por medio de James quien remata certeramente un servicio desde la izquierda de Cuadrado, la pelota supera a Barry en su intento felino por contenerla. Tres minutos después un balón recuperado por James en la mitad y la asociación con Teófilo, permite que el barranquillero la ceda a la derecha por donde llegaba Quintero, ante la superioridad ofensiva. El paisita define con precisión y la cruza con la derecha para decretar un dos por cero justo. Entre los dos goles solo transcurrieron cinco minutos.
De haberse mantenido la propuesta iniciada con el ingreso de Quintero, seguramente las cosas no hubieran sido tan críticas, pero ante el descuento (también cuatro minutos más tarde), las acciones se antojaron dramáticas hasta el pitazo final.

Con este resultado Colombia no solo rompe su historia al sumar dos victorias en un Mundial, sino que le confirma a Didier Drogba cuál es el mejor, toda vez que el delantero del Chelsea aseguró en la previa que eran superiores que los colombianos. Son bravos, fuertes e incansables pero no mejores.
Ahora nos toca esperar a Japón sin importar la suma que ellos traigan, y la constante es añadir más puntos para ser los primeros de la zona, ya que ningún otro equipo puede hacer siete unidades, en caso de un eventual empate contra los nipones. De ser así, empezaremos a mirar de reojo al segundo del A. Allí donde Brasil, México y Croacia todavía no definen sus cosas.


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