domingo, 2 de febrero de 2014

EL PROBLEMA YA NO ES FALCAO


Da pena, pero ya nada se puede hacer. Se lesionó Radamel Falco y estará por fuera el tiempo que corresponda pues pretender hacer lo contrario iría contra el futuro del talentoso delantero cafetero.

Todos los profesionales consultados coinciden en que la lesión, aparte de delicada, tiene un proceso de recuperación muy lento y sin éxito garantizado. Hay jugadores que terminaron su carrera por culpa de este ligamento cruzado anterior que hoy tiene al “tigre” reducido en una cama.

La noticia, aparte de dramática, ha servido para revelar varias cosas importantes, entre ellas el respeto y el cariño que le tiene no solo la afición nacional, sino el mundo entero. Atlético de Madrid, Mónaco y River Plate, equipos de gran peso e historia, no han dudado en enviar mensajes públicos para que Falcao se recupere.

Ahora bien, si el problema está, existe y es inevitable, toca pasar la página y mirar cómo se puede remediar el asunto. Aspirar a que el delantero juegue el Mundial no puede ser una posibilidad para considera ya que la misma pasa, en estos momentos, a ser un milagro. Así de claro.

Lo bueno de la tragedia, es que la misma se dio en un momento donde todavía hay tiempo suficiente para hacer los correctivos necesarios que le permitan a la selección mantener su capacidad ofensiva y probar alternativas en los encuentros de preparación que se avecinan.

No podemos quedarnos estancados en lo sucedido, sin querer decir que no duele y lastima ver a uno de los mejores atrapado en los azares de la vida. Todo lo contrario, nos unimos al sentimiento de apoyo y solidaridad, deseándole lo mejor y esperando que a Dios le guste el fútbol para que con Su ayuda suceda lo improbable, lo que el hombre no puede remediar, pero nada más.

Ahora le toca a Pékerman buscar las alternativas necesarias, los o el jugador que marque la diferencia como lo hace Falcao cuando está en la cancha y es referente de marca para el oponente. Ese jugador existe, es una realidad, no como Falcao, pero capaz de aportarle cosas importantes al equipo. Si la lesión del “tigre” hubiera sido pocos días antes del Mundial, entonces otra seria la historia, pues no solo el proceso deportivo tendría una fractura importante, sino que el aspecto anímico quedaría demolido por completo para el grupo. Hoy, por el contrario, asimilar la lesión y el empuje que pondrá el jugador en su recuperación, supone un ingrediente extra para que el grupo haga un buen Mundial en su honor.

El fútbol tiene esas historias donde la tragedia de uno es la fortuna de otro. Sino recordemos el caso del Mundial Italia 90, cuando Argentina enfrentaba a la Unión Soviética. Con tan solo 11 minutos de juego se rompió la rodilla el intocable guardameta Nery Alberto Pumpido. Allí aparece entonces, el monumental Sergio Goycochea quien no solo atajó de todo a una selección mermada, sino que se convirtió en uno de los mejores arqueros del mundo y titular del equipo mayor de ahí en adelante.

Ahora que todo pasó, que se hizo lo adecuado para atender al “tigre”, para operarlo con los mejores del mundo, bajo la mejor supervisión y todos los millones de mensajes de afecto, el mayor reto de Colombia es buscar su reemplazo y tiempo hay. Ese es el problema ahora, el otro ya pasó, es historia. Suena frío, pero es la verdad.


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