
Brasil…otro grande que no pudo brillar
Contra todos los pronósticos, la selección de Venezuela empató a cero con Brasil dejando en evidencia que las distancias entre los equipos del continente cada vez son menos, pues si bien el equipo de Mano Maneses fue ligeramente superior, su repertorio no le alcanzó para doblegar a una conjunto venezolano que tuvo claridad en la marca, madurez en los momentos de mayor angustia y capacidad para confundir a un rival que no lo supo descifrar a lo largo del encuentro.
El partido, al igual que los vistos hasta el momento, no fue el más atractivo pues prevaleció la superioridad del equipo con mayor jerarquía en la tenencia del balón, pero sin claridad para definir las opciones que creadas, al igual que le sucedió a la Argentina en su debut contra Bolivia o Colombia contra Costa Rica, aunque en este último caso los cafeteros ganaron por la mínima diferencia.
Brasil, gracias al talento individual de hombres como Neymar, Pato o Robinho, supo generar opciones de riesgo que no fueron concretadas por la falta de recursos en el remate o simplemente porque el arquero Renny Vega le brindó al sector posterior seriedad y garantías de reacción, sin obviar la concentración de Roberto Rosales o Grenddy Perozo, junto a la inagotable labor en recuperación de Tomas Rincón y Franklyn Lucena.
El equipo vino tinto estuvo apurado en los primeros minutos ante un rival que se mostraba arrollador. El juego rápido y la habilidad de los cariocas parecía desmoronar la barrera defensiva dispuesta por los patriotas que salieron a no perder, pero poco a poco las cargas se fueron equiparando, aunque la balanza siempre mostró una ligera inclinación para el lado del campeón defensor.
El desdoblamiento de Ramires, la apertura sobre el costado de Dani Alves y las triangulaciones de los atacantes en la cabecera del área fueron evidentes, pero la exageración en la tenencia del útil, cuando lo lógico era rematar, poco a poco fue sumiendo a los brasileños en un juego desordenado y poco efectivo.
Tal vez la acción más destacada que se produce con salida vertiginosa desde los predios brasileños, que pone a Robinho en remate de gol, tras pase certero de Ramires, y la pelota, cuando buscaba la portería, fue detenida por el defensor
Vizcarrondo quien en su esfuerzo cae y logra controlar con el hombro, a pesar que los jugadores auriverdes reclamaban una mano que nunca existió.
Pato tuvo un par de oportunidades para definir, pero las mismas no se concretaron por la apresurada decisión de un jugador que en ese tipo de situaciones resulta letal.
En la parte complementaria creció Venezuela en manejo, marca y logró por momentos hilvanar algunas acciones que despertaron el aplauso de la concurrencia. Fue César González, junto a Juan Arango y Fedor, pilar para que se ganara orden y prestancia, mientras que en el fondo la marcación era atenta y leal. Hubo algunos embrollos que fueron despejados con holgura y buena técnica.
La silbatina en las tribunas confirma la opaca imagen que dejó uno de los oncenos llamados al protagonismo, mientras que los venezolanos fueron despedidos con decoro por su coraje y valor, ante un equipo que sobre el papel era más y al final terminó siendo como todos los que hemos visto en esta Copa América: una mar de dudas.
Si la prensa brasileña se divirtió titulando la salida en falso de Leo Messi y su selección en la apertura de la prueba, preguntándose dónde estaba el “súper equipo” del que todos hablaban y el cual no se pudo apreciar, ahora qué les quedará por decir de su equipo que fue, sin lugar a dudas, tan discreto como el cuadro local y abre el interrogante, de no mejorar, si no hay otros equipos con mejores alternativas que puedan aspirar al título.
Bien por el técnico Cesar Farias que se la jugó y por su equipo que supo interpretar el libreto como un conjunto adulto y madurando un proceso que los invita a ser mirados con otro criterio. Es más, para ser claros, de los equipos denominados “chicos” en los cuales clasifican Bolivia, Costa Rica y Venezuela, el onceno vino tinto es el que mejor se ha visto de todos, por lo menos en el arranque de la prueba. Ahora les toca confirmar qué quieren, especialmente cuando la moral asciende por el valioso punto obtenido ante una de las escuadras más temidas del planeta.
BRASIL 0 X 0 VENEZUELA
Estadio: Estadio Único de La Plata, La Plata, Argentina; Arbitro: Raúl Orosco (BOL); Amonestados: Thiago Silva (37’) (Brasil); Salomón Rondón (61’), César González (62’), Alejandro Moreno (93’) (Venezuela)
BRASIL: 1-Júlio César, 2-Daniel Alves, 3-Lúcio, 4-Thiago Silva, 6-André Santos, 5-Lucas Leiva, 8-Ramires (16-Elano, 75’), 10-Paulo Henrique Ganso, 7-Robinho (19-Fred, 63’), 9-Alexandre Pato (18-Lucas Silva, 75’) y 11-Neymar. DT:Mano Menezes.
VENEZUELA: 1-Renny Vega, 16-Roberto Rosales, 20-Grenddy Perozo, 4-Oswaldo Vizcarrondo, 6-Gabriel Cichero, 8-Tomás Rincón, 14-Franklin Lucena, 11-César González (5-Giácomo Di Giorgi, 86’), 18-Juan Arango, 7-Miku (9-Giancarlo Maldonado, 77’) y 23-Salomón Rondón (15-Alejandro Moreno, 63’). DT: César Farias.
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