viernes, 25 de junio de 2010

Clasificó Chile: ¡GRACIAS HONDURAS!


Ya quedaron listas las ocho llaves que definirán los ocho seleccionados que siguen avante en esta Copa del Mundo. ¿Se les puede llamar finalistas? Si, todos los que lograron avanzar así deben ser reconocidos. No olvidemos que la Copa del Mundo es la final de un torneo orbital de 184 naciones que, según su federación, luchan por ingresar al selecto grupo de los 32 participantes en la mayor fiesta deportiva del planeta. Fueron casi dos años de ardua lucha, por eso todos deben recibir el crédito que se merecen así no continúen en la competición.

Chile quedó definido con su similar de Brasil, en una combinación que particularmente no quería. Ahora uno de los dos suramericanos tendrá que regresar, lo que merma las posibilidades de que el trofeo se venga de nuevo para esta parte del mundo.

A propósito, ¿qué le pasó al equipo de Bielsa contra los españoles? Nada extraordinario. Simplemente pecaron en errores infantiles cuando tenían al rival sorprendido por el dinamismo en ataque y recuperación. Desafortunadamente el arquero Claudio Bravo no comete un error al intentar cerrar el avance del rival fuera de su área (a pesar que Fernando Torres estaba siendo marcado), sino que el despeje es una violación directa al manual del arquero. Es un pecado enviar el balón de frente cuando se juega con los pies y no se puede tomar con la mano, hay que reventarlo a las tribunas y esperar que el equipo se arme de nuevo. Por eso un delantero como David Villa aceptó el ofrecimiento y puso el primero del partido con un precioso remate.

El segundo gol nace de una desconcentración en marca. Si bien existía el espacio para maniobrar, la falta de presión por parte de los chilenos permite que Andrés Iniesta remate preciso al palo donde el arquero tenía menos posibilidades de llegar (mano izquierda). En frente de él Isla, Ponce y Vidal se quedaron plantados esperando la acción del oponente que no dudó en depositar el gol número 100 del torneo.

Preguntan si Marco Estrada fue bien expulsado por su tocayo, el mexicano Marco Rodríguez después del segundo tanto. La respuesta es NO. El central se equivocó en su apreciación. No fue una jugada donde primara la mala intención por parte del defensor austral. Fue un traspiés casual, fortuito que afectó el transitar de Villa, quien impresionó al referí con su espectacular caída. Menos mal que el partido estaba siendo definido y luego Chile, en la complementaria, haría el del descuento porque este tipo de errores pueden costar un sueño.

En el remate del encuentro los rivales terminaron apostando al error pues se sabían clasificados gracias al empate entre hondureños y suizos. Fue el equipo de Reinaldo Rueda el que le permite a los chilenos avanzar ya que, sobre el papel, era un equipo al que Suiza esperaba derrotar, especialmente después de su pésima salida ante los ibéricos donde cayeron dos por cero y pudieron ser muchos más.

Al final las cosas terminaron como tenía que suceder cuando los equipos renuncian al fútbol y se ocupan de la marca. Unos quieren pero no se atreven del todo y los otros porque temen una nueva sorpresa. Por eso Chile, que para mi sigue siendo uno de los equipos mas alegres del torneo, tendrá ahora que bailar zamba brasileña en un partido que ya no admite errores. Los dirigidos por Dunga, que no juegan nada vistoso, son letales con un centímetro que se les regale y ya aprendieron a pegar, hablar y protestar como lo hacía el volante de marca en sus mejores tiempos.

España y Portugal jugaran otro duelo muy interesante donde, al igual que para nosotros, uno de los afiliados de la UEFA se tendrá que despedir. Uno mas de los candidatos tendrá que regresar a casa para que el camino se siga depurando y mostrar a los dos finalistas de un Mundial que no ha sido el mejor, pero sigue entreteniendo.

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