lunes, 28 de junio de 2010

Brasil clasifica: ¡EL SIGUIENTE…!


Pasó Chile, ahora sigue Holanda. Esa es la realidad que vive hoy el equipo brasileño. Después de doblegar 3-0 al cuadro de Marcelo Bielsa, los dirigidos por Dunga no solo celebran la victoria sino la posibilidad de instalarse de nuevo en la final. Aunque parezca aventurado, especialmente por la calidad del siguiente rival, la verdad es que los cariocas cada vez se ven más compactos en su rendimiento. Siguen ajustados en marca, son muy veloces cuando aceleran a fondo y letales cuando tienen un mínimo espacio.

En esta ocasión, frente a los chilenos, Brasil lució no solamente su casta, sino todas las variantes que posee para reducir a su rival de turno. Es cierto que no fue la mejor salida del colectivo austral, de hecho pudiéramos decir que esperábamos más, pero en la cancha solo hubo un equipo que desbordó fútbol y capacidad, sin rayar en los límites de la exageración. Dominan todas las posibilidades que se dan en 90 minutos.

Durante 35 minutos esperaron de manera fría a que Chile se desconcentrara en la marca. Por eso se apoyaron en los remates de media distancia durante este período de tiempo, hasta que por fin un tiro de esquina brindó la posibilidad de abrir el marcador. Fue un servicio perfecto que se paseó por las 16,50 en medio de una batalla infernal, hasta que la figura imponente de Juan superó a todos y con un testazo limpio venció la resistencia de Claudio Bravo. En términos deportivos fue una ejecución perfecta.

Si bien Chile intentó recuperarse de la sorpresa y propuso un ritmo menos vertiginoso para entregar con exactitud el esférico, la recuperación de la verdeamarela prevalece por la rapidez de Dani Alves y Ramires, quienes rindieron durante todo el partido. Fue precisamente en una acción muy veloz por la zona izquierda donde Robinho recibe un servicio que controla y lo cede al centro para que Kaká toque de primera intención habilitando a Luis Fabiano quien entraba por la derecha. El ariete, usando su regate, deja en el camino a Bravo y deposita el segundo gol. Ahí, en esa maniobra, Brasil deja en claro su potencial cuando se asocian los hombres que mas saben con el balón. Habían transcurrido 3 minutos desde la apertura del marcador.

Muy temprano, en la complementaria, de nuevo la recuperación de Ramires le permite ganar unos metros, arrastrar la marca y ceder la pelota para que Robinho la acariciara con la parte interna del botín y sellara el marcador. Fue otro golazo bien gestado y bellamente finiquitado. Parecía goleada.

Con un resultado cómodo, los brasileños bajan el acelerador y dejan que Chile intente acortar distancias. Hubo algunas acciones de riesgo que fueron bien controladas por Julio Cesar, pero no le alcanzó a los chilenos para romper el cero. Desafortunadamente pesó el rival y los australes terminaron manejando la pelota pero sin inquietar. Chile no solo jugó su peor partido, sino que fue muy distinto al combinado que habíamos visto en el arranque de la prueba. Los muchachos de Bielsa nunca supieron como sobreponerse cuando estaban en desventaja y terminaron con un libreto inadecuado y de poco impacto.

A primera hora Holanda había derrotado a Eslovaquia dos goles por uno, en un partido de buen nivel táctico, pero sin el brillo que todos esperan de la Naranja Mecánica. Habrá que esperar para saber qué tienen de verdad, pues el rival que les sigue en la ruta al título tiene el sello del campeón. Así pintan los brasileños. Es mas, para ser atrevidos, sin menospreciar a nadie ni herir susceptibilidades, se pudiera pensar que de las llaves Argentina-Alemania y Brasil-Holanda, pudieran estar los finalistas. Veremos que pasa con los dos oncenos que todavía faltan y que salen mañana de los choques Paraguay-Japón y España-Portugal.

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