martes, 22 de junio de 2010

ARGENTINA Y URUGUAY: MISION CUMPLIDA


La diferencia entre México y Sudáfrica no fueron los 3 goles en el acumulado general, ni tampoco las variantes en el terreno de juego. La gran diferencia entre estos dos equipo fue la selección de Uruguay, que con su fútbol práctico y su cerrojo defensivo, supo ganarse el primer lugar de la zona.

Si bien México cayó ante el equipo de Oscar Tabárez por uno a cero, los anfitriones del torneo hicieron lo mismo, pero por un marcador abultado que los ubicó debajo de los centroamericanos. Fue esta derrota de los africanos, y la victoria sobre el decaído cuadro francés, lo que le permite al conjunto del Vasco Aguirre acceder a la siguiente ronda, donde enfrentará a la Argentina...nada fácil.

Sudáfrica concluyó su participación ganándole al cuadro de Raymond Doménech ajustadamente dos goles por uno pues los galos se entregaron hasta el último minuto, algo que parecía poco probable dado los reiterados enfrentamientos entre jugadores y cuerpo técnico. Será por eso que en la cancha se pararon como ellos quisieron y no como el técnico lo ordenaba.
La historia de Uruguay en esta Copa del Mundo, que inicialmente pareció una sorpresa, porque empataban ante Francia en el arranque de la prueba, quedó diluida con el transcurrir de las fechas y el trabajo colectivo del onceno charrúa.

Los siete puntos que cosecharon es el resultado justo para un onceno dinámico, muy ordenado, fuerte arriba y abajo y por momentos con una gran capacidad ofensiva, así no recurran mucho a imponer condiciones en los predios del rival.

El hecho de llegar sin recibir un solo gol en contra reafirma el concepto que este equipo se armó de atrás para delante, con una excelente labor de marca en la zona media desde donde apoyan a la zaga o parten en explosivas salidas.
Lo hecho por los suramericanos los hace ver como un rival no solo digno, sino muy fuerte para los coreanos. De hecho, se pueden ver como posibles ganadores a cuartos, si mantienen el compromiso que hasta el momento han expuesto.

México, que al final avanzó, no recibió muchos goles en contra (2), pero tampoco fue un gran definidor (3), lo que puede ser un factor en contra. Si los mexicanos no afinan su puntería pueden pagarla muy caro en una ronda donde el que pierda se va, pero especialmente porque se mide con un rival como Argentina que no perdona. Aquí ya no se pueden cometer errores y mucho menos buscar justificaciones.

Futbolísticamente merecieron el segundo lugar porque ninguno de los eliminados fue superior (Francia, Sudáfrica), pero ahora que debe medir el verdadero potencial de sus componentes vale la pena revisar si todo lo mostrado es suficiente para empezar a “tumbar” a los grandes del Mundial. Es en este momento donde la garra, el tesón y el amor por la camiseta juegan un papel determinante en dos equipos que se distinguen en el mundo por su amor al combinado patrio, algo visto y probado.

Argentina, que saltó al gramado con siete variantes, no solo ganó sino que confirmó ser uno de los mejores hasta el momento. Sus nueve puntos apoyan el concepto aunque en la cancha, donde pueden seguir creciendo, han resuelto todas las dudas para algunos y deja cosas que mejorar para otros.

De nuevo la figura de Lionel Messi, cuando se conectó, resultó determinante. Una serie de diabluras con la pelota en los pies, un par de remates potentes con sello de gol, fueron en parte la contribución del estelar delantero. Junto a él un grupo de jugadores que se destacan en el plano internacional, aunque colectivamente hay cosas que mejorar. Inclusive Martín Palermo, quien entró para debutar en el Mundial, marcó un gol a los seis minutos de estar en la cancha, gracias al rebote que se produce tras un remate del diez.

Grecia, que por algún momento estuvo clasificado, demostró una vez más lo que se había sostenidos desde este rincón deportivo: que es un equipo sumamente discreto. Posee un grupo fuerte, pero limitado; potente pero carente de ideas, y la ausencia total de un jugador que marque la diferencia. Tres puntos es mucho para un conjunto que futbolísticamente no aportó mucho.

Hablando de discreción, lo de Nigeria y Japón fue alarmante. Los asiáticos empataron a dos tantos y se clasificaron porque estuvieron de suerte, sin querer omitir que el partido estuvo entretenido hasta cierto punto, pues los equipos hacen lo posible por agradar y buscar la victoria. Era el día de los nipones, estaban para avanzar. Un par de errores en definición por parte de los nigerianos, cuando la victoria era la única alternativa para el equipo verde, fueron dilapidados de la manera mas miserable y absurda que se pueda observar. Es inadmisible este tipo de acciones en un Mundial y con jugadores de primer nivel. Arquero vencido, portería sola y balón en los pies tiene que ser gol, por eso las Águilas nigerianas se fueron, por incapaces, que decepción.

Un último tema para analizar: los equipos grandes han tenido que esperar hasta la tercera fecha para pelear su cupo (Inglaterra, Alemania, Italia), lo que se puede traducir en cierta igualdad deportiva si me miran los partidos sin pasión junto a las cifras de la tabla de posiciones, mientras que la superioridad de Argentina en su grupo (marca perfecta) ha sido ante equipos netamente inferiores, lo que hace suponer que México puede ser el primer gran examinador de nivel para el conjunto de Diego Armando Maradona, por el momento y la motivación que tiene. No por nada ha sido siempre un digno rival.

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