Tras cuatro días de competición ya
cerraron calendario siete de los ocho grupos diseñados. Solo falta el H donde
Colombia abrirá contra Japón y luego los polacos se medirán contra Senegal.
En el cierre de la zona F, Suecia le ganó
a Corea del Sur por la mínima diferencia gracias de nuevo al apoyo de la tecnología.
El Video Asistente (VAR), una vez más determinó el curso del partido, después de
que el jugador Kim Minwoo derribara al delantero Viktor Claesson, pero el árbitro
eslovaco Joel Aguilar fuera advertido un minuto después. Tras revisar la jugada
en la pantalla, se dirigió al punto penal desde donde convirtió el veterano
Andrea Granqvist.
Si bien en la primera parte hubo una acción
similar, donde Ki Sungyuen se barre y produce la caída de Ola Toivonen, la
diferencia es que en esta jugada se aprecia claramente que el defensa busca el balón,
lo impacta y el resto del enredo es un añadido a la misma jugada. Es decir, no
se puede valorar intención de ir por el jugador, cuando claramente el primer
toque es a la pelota y lo demás resultado de la inercia.
En la acción del penal las cosas son
distintas. Es claro que Minwoo no atacó directamente la pelota (tal vez tenía
la intención), barriéndose para incomodar al hombre que marcaba, y de allí se
produce el contacto físico. Esa pequeña diferencia hizo que en la primera maniobra
los árbitros encargados del VAR no se comunicaran con su homólogo en la cancha,
pero en la segunda, después de evaluar los distintos ángulos, provocó que le advirtieran
de lo sucedido para que al final tomara la decisión adecuada, concluyendo en un
penal claro, si tomamos los factores de apreciación enunciados anteriormente.
En cuanto al compromiso, como tal, fue
enredado, con Suecia procurándolo todo, pero sin puntería; con una defensa
coreana que se multiplicaba con vergüenza y por allí intentaba lastimar con
ataques inofensivos o raquíticos en volumen. Cuando se ven perdiendo intentan
estirar sus líneas, pero la falta de recursos se hace más evidentes. Por ahí un
par de remates fallido, pero nada más. Los suecos ganaron porque hicieron más y
la tecnología estuvo de su lado, pero Corea solo confirmó la discreción que lo
abrigaba desde la previa.
Panamá debutó sin pena ni gloria
En el otro grupo, el G, Bélgica, a media máquina
y buscando sacudir a un rival que quiso incomodarlo, le metió tres goles a la
debutante Panamá. Los belgas solo necesitaban un gol para romper la cortina que
los centroamericanos habían impuesto y lo lograron al minuto 47 por intermedio
de Dries Mertens. Fue un soberbio golazo que se filtró por encima del veterano arquero
Jaime Penedo quien nada pudo hacer tras el sorpresivo remate de un balón que
flotaba en el área grande.
Después de sacudirse de la asfixiante
marca, y de que Panamá tuviera que ir a buscar el empate, el cuadro
centroamericano adelanta sus líneas y paga la osadía. Ya con espacio para
contragolpear, aparece la imponente figura de moreno Romelo Lukaku quien la
anidó en dos ocasiones más, de manera elegante y con calidad.
Al final los europeos bajaron el ritmo y
el conjunto de Hernán Gómez se ahogó en su incapacidad. Es decir, no pasó nada
extraordinario ya que era claro que los panameños apuntaban al empate para
iniciar con clase su primera participación en este tipo de pruebas.
Inglaterra gana agonizando el partido
En el cierre de la jornada Inglaterra le
ganó a Túnez dos por uno y terminó la agonía de un compromiso que parecía destinado
al empate, después de que los tunecinos empezaron a sentirse más cómodos en la
cancha.
El primer gol fue obra del capitán Harry
Kane tras un servicio de esquina, donde se levantó con clase el defensor Jones
Stones rematando con precisión, pero la gran intervención del meta Hassen,
quien a la postre se fue lesionado, deja el balón flotando y Kane, quien pasaba
por allí, definió con ventaja.
El empate de los africanos llegaría más
tarde a través de un penal que marcó apretado al palo Ferjanni Sassi, y tras
muchos intercambios de pierna y marca fuerte en la complementaria, donde Inglaterra
era el colectivo de mejor propuesta, aparece de nuevo Kane, en la agonía del
compromiso, con un remate de cabeza que aprovechó tras la pasividad del sector
posterior y el arquero Farouk Ben Mustapha, quien solo apeló a tomarse la
cabeza tras semejante error, pues nunca se quedó parado en la raya y nunca se inmutó
por ir a buscar el útil en una zona donde debe hacerlo, tras el cobro de
esquina y el primer remate de Ashley Young en su sector.
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